PEMF: Cómo Funciona, Estudios, Beneficios


La terapia PEMF ha demostrado ser beneficiosa para una amplia gama de condiciones y enfermedades, así como para mejorar diversas funciones físicas y fisiológicas. Es un tratamiento no invasivo y no farmacológico que ha sido respaldado por más de 3,000 estudios médicos universitarios en todo el mundo durante los últimos 30 años. Estos estudios, muchos de los cuales fueron controlados con placebo y a doble ciego, han confirmado la seguridad y eficacia de la terapia PEMF para una variedad de condiciones médicas, promoviendo así la salud y manteniendo la función celular general.

La evidencia clínica respalda el uso de la terapia PEMF para reducir el dolor asociado con traumatismos por accidentes, lesiones deportivas, cirugías y quemaduras, así como el dolor relacionado con enfermedades y degeneración. La terapia PEMF actúa de diversas maneras para mejorar estas condiciones, incluyendo procesos mecánicos, eléctricos, químicos y magnéticos dentro de las células del cuerpo.

En 1995, Siskin y Walker resumieron los resultados clínicos sobre el daño en tejidos blandos, destacando la ausencia de efectos adversos y reportando una serie de efectos positivos:

·       Reducción del dolor

·       Reducción de la inflamación

·       Aumento del rango de movimiento

·       Recuperación funcional más rápida

·       Reducción de la pérdida muscular después de la cirugía

·       Aumento de la fuerza tensil de los ligamentos

·       Cicatrización más rápida de heridas en la piel

·       Formación capilar mejorada

·       Aceleración de la regeneración nerviosa

·       Y disminución de la necrosis tisular

·       Breve Historia de la Terapia PEMF

 

Los fundamentos de la Terapia de Campo Electromagnético Pulsado (PEMF) se remontan a 1898, cuando Nikola Tesla los describió por primera vez. En 1956, el Dr. Kyoichi Nakagawa, de Japón, propuso la teoría de que los seres humanos están influenciados por el campo magnético de la Tierra, lo que tiene efectos biomagnéticos.

En la década de 1960, el Dr. Becker exploró diversos efectos bioeléctricos en el cuerpo humano en su influyente libro "The Body Electric". Este trabajo incluyó investigaciones sobre la regeneración de miembros en mamíferos mediante electroestimulación, así como experimentos con las propiedades piezoeléctricas de huesos, piel y otros tejidos.

En 1974, Bassett et al. lograron utilizar campos magnéticos pulsados con éxito para tratar fracturas no consolidadas, marcando un hito en el campo de la medicina electromagnética. Posteriormente, en 2000, Lorrain proporcionó una caracterización esencial del campo electromagnético al establecer que "cualquier campo magnético que varía con el tiempo está acompañado por un campo eléctrico que también varía con el tiempo".

En 2004, el Dr. Abraham Liboff contribuyó significativamente al campo de la bioelectromagnética al introducir principios importantes de física mientras investigaba los efectos electromagnéticos en el flujo de iones y en sistemas biológicos complejos.

Desde entonces, varios tipos de productos PEMF han sido aprobados por organismos reguladores en muchos países y se comercializan en todo el mundo, consolidando así la aceptación y disponibilidad de esta terapia.

 

Se otorgó acceso al mercado por parte de la FDA de EE. UU. a productos de terapia PEMF para:

 

 

Otros países también han reconocido los efectos positivos de la terapia PEMF en la salud:

 

Diferencias entre los Dispositivos de Terapia PEMF:


- Intensidad del Campo Magnético:

La energía magnética generada por los dispositivos de PEMF varía ampliamente, desde niveles comparables al campo magnético terrestre hasta más de 10,000 veces esa potencia. Los dispositivos de baja intensidad suelen emplearse para mejorar la salud celular y favorecer la curación ósea, mientras que los de alta intensidad se destinan a la recuperación de lesiones agudas, como traumatismos por accidentes, lesiones deportivas y cirugías, así como para tratar enfermedades degenerativas. Ambos tipos de dispositivos ayudan a aliviar el dolor, si bien los de mayor intensidad son más efectivos en este sentido.


- Tipo de Onda: 

La mayoría de los dispositivos de PEMF de baja intensidad utilizan una onda continua, mientras que la mayoría de los de alta intensidad emplean una onda pulsada. Aunque existen excepciones en ambos tipos.


- Características de la Onda:

Los dispositivos de PEMF con onda continua pueden generar formas de onda como cuadradas, diente de sierra, senoidales o incluso personalizadas. Por otro lado, los dispositivos con salida pulsada suelen producir pulsos breves bifásicos.


- Frecuencia de Pulso:

Mientras que muchos dispositivos de baja intensidad ofrecen opciones predefinidas de frecuencia de pulso según las teorías de los fabricantes, la mayoría de los dispositivos de alta intensidad permiten al usuario controlar de forma variable la frecuencia de pulso.


- Duración del Tratamiento:

La duración de la sesión de tratamiento con PEMF varía según la intensidad del dispositivo, desde unos pocos minutos hasta varias horas.

 

Cómo Funciona la Terapia PEMF

Muchas células en el cuerpo producen óxido nítrico (NO), un gas radical y un mensajero biológico vertebrado clave que desempeña un papel en muchos procesos biológicos. La producción de NO por parte del endotelio vascular es particularmente importante en la regulación del flujo sanguíneo. La producción anormal de NO, como ocurre en diversas enfermedades, puede afectar adversamente el flujo sanguíneo y otras funciones vasculares.

Para mediados de la década de 1990, los investigadores estaban investigando los efectos de las señales eléctricas y de PEMF sobre el ion calcio intracelular (Ca2+), específicamente la unión de Ca2+ a la calmodulina (CaM) presente en la reparación tisular. Los estudios más recientes sobre las vías de transducción de PEMF se concentran en las cascadas de NO dependientes de Ca/CaM, las cascadas de factores de crecimiento involucradas en la curación tisular.

Ahora se entiende que las PEMFs modulan la cinética de unión de calcio a la calmodulina. El calcio/calmodulina (Ca/CaM) luego activa la óxido nítrico sintasa (NOS) en varios isoformas diferentes.

Cuando ocurre una lesión, se producen grandes cantidades de óxido nítrico por la óxido nítrico sintasa inducible de larga duración (iNOS). En esta cascada, los niveles de óxido nítrico tisular persisten, y la presencia prolongada de este radical libre es proinflamatoria. Esto explica el síndrome de los vasos sanguíneos con fugas asociado con dolor e hinchazón. En contraste, las isoformas de sintasa de óxido nítrico endotelial y neuronal (respectivamente eNOS y nNOS) producen óxido nítrico en ráfagas cortas que pueden relajar inmediatamente los vasos sanguíneos y linfáticos. Estas ráfagas cortas de óxido nítrico a su vez llevan a la producción de monofosfato de guanosina cíclico (cGMP), que impulsa la producción de factores de crecimiento. Interesantemente, la iNOS no depende de CaM, mientras que la cascada de sintasa de óxido nítrico constitutiva o cNOS (eNOS o nNOS) depende de la unión de Ca/CaM.

Las terapias, como la terapia PEMF, que pueden acelerar la unión de Ca/CaM pueden impactar todas las fases de la reparación tisular, desde el dolor e hinchazón iniciales hasta el crecimiento de vasos sanguíneos, la regeneración tisular y el remodelado, como se muestra en el siguiente diagrama:

Terapia PEMF y Circulación

La óxido nítrico sintasa (NOS), también conocida como factor de relajación derivado del endotelio vascular (EDRF), se produce naturalmente en el cuerpo. La NOS neuronal endotelial (nNOS, Tipo I) actúa como mensajero en el cerebro y en varios nervios del sistema nervioso periférico, promoviendo la dilatación de los vasos sanguíneos, aumentando el flujo sanguíneo y enviando señales a los músculos lisos circundantes para que se relajen. Cuando el endotelio está intacto, el óxido nítrico (NO) se produce de manera continua por la NOS constitutiva (cNOS) en los vasos sanguíneos. La actividad de la cNOS dependiente de Ca/CaM induce la relajación vascular.

 

Mecanismos Intracelulares de NO

En condiciones normales, la activación independiente de la óxido nítrico sintasa inducible (iNOS) por el calcio es mínima. Sin embargo, endotoxinas bacterianas o citoquinas, como el factor de necrosis tumoral (TNF) e interleucinas, estimulan la actividad de iNOS, desencadenando inflamación. Durante este proceso inflamatorio, la producción de óxido nítrico (NO) por iNOS puede aumentar significativamente, hasta ser 1,000 veces mayor que la producida por la óxido nítrico sintasa constitutiva (cNOS). Aunque el NO es altamente reactivo y tiene una vida media breve, difunde libremente a través de las membranas, principalmente debido a su afinidad con los aniones superóxido (O2-). Estos aniones capturan rápidamente el NO, reduciendo su biodisponibilidad. Esto conduce a efectos como vasoconstricción, aumento de la adhesión de plaquetas a las células endoteliales, agregación plaquetaria, formación de trombos, aumento de la adhesión leucocitaria a las células endoteliales y cambios morfológicos en los vasos sanguíneos, incluida la proliferación celular. Los aniones superóxido y sus productos son perjudiciales para los tejidos y tienen una gran importancia en la patología cardiovascular.

El NO también se une fuertemente a la hemoglobina (Hgb) en los glóbulos rojos y a la enzima guanilato ciclasa, presente en las células musculares lisas vasculares y en la mayoría de las células del cuerpo. Cuando se forma NO en el endotelio vascular, se difunde rápidamente hacia la sangre donde se une a la Hgb, descomponiéndola. Además, se difunde en las células musculares lisas vasculares adyacentes, donde activa la guanilato ciclasa. Esta enzima cataliza la desfosforilación del trifosfato de guanosina (GTP) a monofosfato de guanosina cíclico (cGMP), que actúa como segundo mensajero en numerosas funciones celulares importantes, especialmente en la señalización de la relajación del músculo liso.

A medida que aumenta el flujo sanguíneo, también se incrementa la ingesta de oxígeno. Se ha demostrado que la terapia de campos electromagnéticos pulsados (PEMF) aumenta eficazmente el flujo sanguíneo y proporciona relajación muscular, mejorando así la oxigenación del tejido muscular.

Como una molécula gaseosa altamente reactiva, el NO es una molécula señalizadora autocrina (dentro de una sola célula) y paracrina (entre células adyacentes) ideal que tiene acción vascular directa e indirecta, incluyendo las siguientes:

- Vasodilatación directa (dependiente del flujo y mediada por receptores)

- Vasodilatación indirecta mediante la inhibición de influencias vasoconstrictoras

- Efecto antitrombótico: inhibe la adhesión plaquetaria al endotelio vascular.

- Efecto antiinflamatorio: inhibe la adhesión leucocitaria al endotelio vascular y desintegra el anión superóxido.

- Efecto antiproliferativo: inhibe la hiperplasia del músculo liso.

 

Numerosos estudios han evidenciado que la terapia PEMF influye en diversas vías de señalización celular y en las cascadas moleculares vinculadas al óxido nítrico, las cuales son cruciales para la reparación de tejidos. Al modular el nivel intracelular de calcio y calmodulina, la óxido nítrico sintasa endotelial (eNOS) y la óxido nítrico sintasa neuronal (nNOS) generan óxido nítrico en intervalos cortos, lo cual puede provocar una relajación inmediata de los vasos sanguíneos y linfáticos.

Esta terapia puede ser eficaz para mejorar condiciones y enfermedades relacionadas con la vasoconstricción, trombosis, inflamación, hipertrofia vascular, estenosis, hipertensión, obesidad, dislipidemias (especialmente hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia), diabetes (tanto tipo I como II), aterosclerosis, insuficiencia cardíaca, reparación tisular y envejecimiento, al aumentar la producción de óxido nítrico endotelial vascular cuando está disminuida o su disponibilidad se ve comprometida.

Tal como se ha ilustrado previamente, la terapia PEMF tiene un impacto significativo en diversos procesos celulares y tisulares, los cuales pueden identificarse específicamente y, a su vez, contribuir a la mejora de múltiples condiciones en el organismo.

 

PEMF Aumenta la Permeabilidad de la Membrana Celular

Desde hace décadas, se ha planteado la posibilidad de que los campos magnéticos influyan en la permeabilidad de la membrana celular al afectar el potencial transmembrana (TMP) y el flujo de iones a través de ésta. Las células saludables en el tejido mantienen un TMP en reposo que varía entre -70 y -80 mV, lo que facilita un flujo regular de iones a través de los canales iónicos dependientes del voltaje de la membrana. Sin embargo, en células dañadas, el TMP puede aumentar de -50 mV a -15 mV, lo que conlleva a una entrada exacerbada de cationes a través de los canales de sodio (Na+) y calcio (Ca2+). Este aumento en la concentración de cationes atrae líquido intersticial hacia el interior celular, ocasionando hinchazón y edema.

La aplicación de la terapia PEMF sobre células dañadas facilita la restauración del TMP normal en el núcleo celular, disminuyendo así la hinchazón y acelerando el proceso de curación. Los campos electromagnéticos pulsados temporalmente inducen hiperpolarización y despolarización en la membrana celular, lo que provoca la apertura y cierre de los canales iónicos, incluyendo la bomba de sodio/potasio (Na/K), permitiendo un intercambio iónico más eficiente. Esto, a su vez, mejora la oxigenación y nutrición celular.

 

PEMF Aumenta el Metabolismo Celular

Se ha confirmado que los campos magnéticos pueden influir en la producción de ATP (Adenosín Trifosfato), incrementar el suministro de oxígeno y nutrientes a través del sistema vascular, mejorar la eliminación de desechos mediante el sistema linfático, y contribuir al restablecimiento del equilibrio iónico a través de la membrana celular.

Para un adecuado metabolismo, la bomba de sodio/potasio (Na+/K+) en la membrana celular expulsa 3 iones de sodio (Na+) fuera de la célula por cada 2 iones de potasio (K+) bombeados hacia el interior. Esta bomba utiliza energía derivada de ATP para realizar este intercambio iónico a través de la membrana.

Cuando la función de la bomba de sodio/potasio se deteriora, puede resultar en edema (acumulación de agua celular) y fermentación, lo que crea un ambiente propicio para la actividad cancerosa. El investigador francés Louis C. Kervran demostró que el sodio junto con oxígeno y energía (por ejemplo, energía magnética) en el núcleo celular se transforma en potasio, como sigue:

11 Na23 + 8 O16 + energía = 19 K39

Este proceso conlleva a un aumento en la utilización de oxígeno en las células, lo que estimula al cuerpo a incrementar la producción de su propio suministrador de energía (ATP). Como resultado, los mecanismos reguladores naturales del cuerpo se fortalecen, los toxinas y desechos se descomponen más eficientemente, y los procesos de curación se aceleran.

 

PEMF Aumenta el Almacenamiento de Energía y la Actividad Celular

A medida que los campos pulsados se propagan y se desvanecen a través de un tejido, las moléculas de proteínas, como los citocromos en las mitocondrias celulares, adquieren electrones y, al hacerlo, almacenan energía al convertir rápidamente el ADP en moléculas de ATP.

El ATP, a su vez, almacena y transporta la energía necesaria para todas las funciones metabólicas de las células vivas.

La terapia PEMF suministra suficiente energía para influir en la resonancia magnética de los átomos cuando los electrones se energizan. Esta energización provoca un cambio en la resonancia magnética de los electrones a nivel atómico, lo que a su vez induce un cambio de fase. Este cambio disruptivo afecta y perturba las rutas de comunicación ordenadas que normalmente se transmiten desde el átomo hasta la molécula, de la molécula a la célula, de la célula al tejido y del tejido al órgano.

La terapia PEMF parece alterar temporalmente la resonancia magnética inherente específica en cada átomo, molécula, célula, y, por lo tanto, en el tejido y el órgano. Este cambio de fase influye en las características físicas y químicas de los marcadores fisiológicos..

 

PEMF Aumenta la Flexibilidad y Elasticidad de la Membrana Celular

Un estudio titulado "Modulación de la producción de colágeno en fibroblastos cultivados por un campo magnético pulsado de baja frecuencia", realizado por Murray J. et al. y publicado en Biochim Biophys Acta, demuestra que la terapia PEMF efectivamente aumenta la flexibilidad de la membrana celular al promover la síntesis de colágeno dentro de los fibroblastos. El colágeno es una proteína esencial que respalda la elasticidad de la membrana. Este incremento en la producción de colágeno facilita la flexibilidad del tejido y los músculos, lo que se traduce en un aumento del rango de movimiento, observado típicamente en cuestión de minutos después de la aplicación de la terapia PEMF.

 

PEMF Estimula la Comunicación y Replicación Celular

La síntesis de ADN se ve influenciada por campos magnéticos pulsados de baja intensidad, según estudios como el realizado por Liboff et al. en 1984 y Rosch et al. en 2004. Las proteínas, que actúan como conductores de electricidad, pueden ser afectadas por un proceso conocido como electroforesis.

Los mensajeros de ácido ribonucleico (ARN) se sintetizan a partir de una plantilla de ácido desoxirribonucleico (ADN) durante la transcripción. Estos ARN median la transferencia de información genética desde el núcleo celular hasta los ribosomas en el citoplasma y sirven como patrones para la síntesis de proteínas.

Investigaciones como las realizadas por Dandliker et al. en 1997 indican que el ADN puede conducir electrones a lo largo de las bases apiladas dentro de la doble hélice, lo que sugiere que los campos electromagnéticos pueden iniciar la transcripción del ARN mensajero precursor al acelerar los electrones que se desplazan dentro de la hélice de ADN, como se expone en estudios como el de McLean et al. en 2003. Por lo tanto, se plantea que los cambios en los campos magnéticos pueden estar relacionados con el flujo de información hacia y desde los genes, como sugirieron previamente Einstein en 1977 y Goodman et al. en 1983.


PEMF Aumenta la Génesis Celular (Crecimiento y Reparación Celular)

En diciembre de 2004, el Tribune Médico Suizo destacó que la terapia PEMF ofrecía mejoras significativas, incluyendo la mejora de la circulación sanguínea, alivio del dolor, mejora de la curación ósea y la estimulación de las células nerviosas.


Aumento del Crecimiento de los Vasos Sanguíneos y la Osteogénesis

Un estudio realizado en el New York University Medical Center demostró tanto in vitro como in vivo que los campos electromagnéticos pueden incrementar la angiogénesis, es decir, el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, a través de la liberación de factor de crecimiento de fibroblastos-2 (FGF-2) por parte de las células endoteliales. La aplicación de la terapia PEMF en dosis bajas, similares a las utilizadas en la práctica clínica, resultó en una significativa proliferación celular endotelial y tubulización, procesos cruciales para la formación de vasos sanguíneos. Este aumento en la proliferación celular parece ser específico en células endoteliales, lo que sugiere un papel importante de la terapia PEMF en la curación al facilitar la interacción entre la formación de hueso y el crecimiento de los vasos sanguíneos.


Terapia PEMF y la Columna Vertebral

Estudios a largo plazo, realizados por investigadores como Marks RA. y Richard A. Silver, M.D., demostraron que el tratamiento complementario con PEMF es efectivo para promover la fusión espinal después de procedimientos quirúrgicos en la columna vertebral. Esto se logra estimulando la proliferación de osteoblastos.


Terapia PEMF en Hueso y Cartílago

Un estudio titulado "Modificación del Comportamiento Biológico de las Células mediante Campos Electromagnéticos Pulsados", realizado por Ben Philipson de la Escuela de Medicina de la Universidad de Hawai, demostró que la terapia PEMF aumenta la densidad ósea y promueve la unión ósea al estimular la permeabilidad de la membrana celular y permitir un mayor paso de iones. Esto afecta la actividad de moléculas como el monofosfato de adenosina cíclico (AMPc) y el monofosfato de guanosina cíclico (GMPc), lo que acelera la diferenciación de los osteoblastos.

En articulaciones sanas, el movimiento genera corrientes eléctricas que protegen y regeneran el cartílago, el hueso circundante y los tejidos conectivos. Sin embargo, lesiones y osteoartritis pueden alterar este campo eléctrico, interrumpiendo el proceso normal de preservación y regeneración del cartílago. La estimulación con PEMF puede contrarrestar estos efectos catabólicos, protegiendo así el cartílago articular y promoviendo su reparación y crecimiento. Además, la terapia PEMF aumenta la presión parcial de oxígeno y el transporte de calcio, lo que estimula la reparación y el crecimiento del cartílago, previniendo así el desgaste óseo.

 

PEMF y la Respuesta Inmune

Con una vida útil extremadamente corta de solo unos pocos segundos, el óxido nítrico (NO) exhibe una alta reactividad y tiene la capacidad de difundirse fácilmente a través de las membranas celulares. La terapia PEMF ha demostrado estimular eficazmente la producción de NO, lo que resulta en una mejora significativa en la comunicación paracrina y autocrina en el organismo. Además, el NO es generado por células fagocíticas, como monocitos, macrófagos y neutrófilos, desempeñando un papel esencial en la respuesta inmune del cuerpo.

Se ha comprobado que el NO activa NF-κB en células mononucleares de sangre periférica. Este complejo proteico, NF-κB, juega un papel crucial en el control de la transcripción del ADN y actúa como un factor de transcripción en la expresión del gen iNOS en respuesta a la inflamación.

El NO desempeña múltiples roles importantes en la regulación de la respuesta inmune ante la infección, así como en procesos relacionados con la plasticidad sináptica y la memoria. Además, el endotelio vascular utiliza el NO para comunicarse con el músculo liso circundante, promoviendo su relajación. Esto conduce a la vasodilatación y al aumento del flujo sanguíneo y linfático, lo que mejora la oxigenación, el transporte de glóbulos blancos y anticuerpos, y facilita la entrada de fagocitos en las células. En última instancia, esto contribuye a promover la salud celular y fortalecer la respuesta inmune del cuerpo.

 

La Terapia PEMF Disminuye la Inflamación

Varios factores contribuyen al proceso inflamatorio, como lesiones, cirugía, daño tisular y una circulación local deficiente que provoca hinchazón y edema en la zona afectada. La inflamación se manifiesta con síntomas como hinchazón, moretones y decoloración del tejido blando, y es una respuesta dolorosa. Cuando una célula sufre trauma, su carga eléctrica disminuye, lo que interrumpe sus funciones normales. Las células que han cicatrizado o se han fibrosado con adherencias muestran un cambio en el potencial de membrana transversal (TMP) hacia alrededor de -15 mV, mientras que las células degenerativas o inmunológicamente comprometidas muestran un TMP de alrededor de -30 mV en lugar del -70 mV normal. Este aumento en el TMP hace que las células alcancen el umbral para la liberación del neurotransmisor químico que causa dolor e inflamación más fácilmente, provocando hinchazón, moretones y una mayor transmisión del dolor a lo largo de los nervios, lo que a su vez interrumpe las vías de comunicación necesarias para la curación.

Numerosos estudios clínicos han demostrado que la terapia PEMF administra una corriente electromagnética suave que recarga eficazmente las células, reduciendo así el TMP celular y disminuyendo el dolor y la inflamación.

Durante el proceso inflamatorio, la producción de óxido nítrico (NO) por la iNOS puede aumentar hasta mil veces más que la producida por la cNOS. El NO, al formarse, se difunde libremente a través de las membranas celulares, principalmente porque los aniones superóxido (O2-) tienen una alta afinidad y se unen rápidamente al NO, reduciendo su biodisponibilidad. Esto conduce a vasoconstricción, aumento de la adhesión entre células endoteliales y plaquetas, agregación plaquetaria, formación de trombos, incremento de la adhesión entre células endoteliales y leucocitos, y cambios morfológicos en los vasos sanguíneos, incluida la proliferación celular. Dado que la terapia PEMF estimula eficazmente la producción de NO, puede contribuir con éxito a mejorar diversas condiciones y enfermedades asociadas con la inflamación.

 

La Terapia PEMF Reduce el Dolor

Uno de los efectos más notables de la terapia PEMF es su capacidad para mejorar condiciones dolorosas, independientemente de su origen. Los mecanismos del dolor son intrincados e implican tanto el sistema nervioso periférico como el central. A lo largo del último siglo, las teorías sobre el mecanismo del dolor han evolucionado desde modelos de especificidad y suma hasta la teoría del control de la puerta, que ha representado un avance significativo en el campo del manejo del dolor (Melzack/Wall/Casey, 1989).

La transducción de señales es un proceso mediante el cual un estímulo mecánico o químico en una célula desencadena una respuesta celular específica. En los receptores transmembranales, una parte del receptor se encuentra fuera de la célula y la otra dentro de ella. Cuando una señal, como una señal química, se une a la parte exterior del receptor transmembranal, este cambia de forma para transmitir la señal al interior de la célula. Esto puede activar cascadas de señalización, una tras otra, y desencadenar cambios en la célula, ya sea en el citoplasma o en el ADN del núcleo.

En el caso del dolor crónico, la señal de dolor puede originarse en el sistema nervioso central sin una estimulación nociva periférica. La evidencia científica sugiere que el dolor persistente y excesivo no tiene una función biológica positiva o necesaria; más bien, es perjudicial para nuestro bienestar. Por lo tanto, el dolor requiere ser tratado de manera completa y oportuna, en lugar de ser ignorado (Adams et al., 1997).

El dolor en los tejidos blandos a menudo se debe a la inflamación local y puede manifestarse como dolor musculoesquelético, neurológico, vascular o visceral referido, ya sea somático o articular (Cailliet, 1991). En muchos casos, la inflamación conduce al dolor, limitando el rango de movimiento y las actividades diarias.

Diversos estudios han demostrado los efectos positivos de la terapia PEMF en pacientes que experimentan dolor debido a diversas condiciones. Algunos estudios se han centrado en el alivio rápido y a corto plazo del dolor, mientras que otros han mostrado beneficios a largo plazo. La terapia PEMF ha sido eficaz en el tratamiento del dolor asociado con afecciones como la tendinitis del manguito rotador, la esclerosis múltiple, el síndrome del túnel carpiano y la peri-artritis (Battisti et al., 1998; Lecaire et al., 1991). Además, se ha utilizado con éxito para tratar migrañas, dolor pélvico crónico, dolor de cuello y lesiones por latigazo cervical (Rosch et al., 2004).

En una publicación de marzo de 2003 sobre el manejo del dolor mediante la terapia PEMF, el Dr. William Pawluk explica: "Los campos magnéticos afectan la percepción del dolor de varias maneras, tanto directa como indirectamente. Los efectos directos incluyen la excitación de neuronas, el movimiento de iones de calcio, los potenciales de membrana, los niveles de endorfinas, el óxido nítrico, los niveles de dopamina, las acciones de la acupuntura y la regeneración nerviosa. Los beneficios indirectos afectan a la circulación, los músculos, el edema, el oxígeno tisular, la inflamación, la cicatrización, las prostaglandinas, el metabolismo celular y los niveles de energía celular. Los efectos a corto plazo se deben a una disminución del cortisol y noradrenalina, y a un aumento de la serotonina, endorfinas y encefalinas. Los efectos a largo plazo pueden atribuirse a cambios bioquímicos y neuronales en el sistema nervioso central y/o periférico, donde se alteran los mensajes de dolor, no solo se enmascaran como con la medicación".

 

La Terapia PEMF Bloquea el Dolor

El potencial transmembranal (TMP) representa la diferencia de potencial eléctrico entre el interior y el exterior de una célula, principalmente debido a gradientes de iones, especialmente gradientes de protones.

Este gradiente iónico se establece por las diferencias en la concentración de iones en los lados opuestos de la membrana celular. Por ejemplo, los iones sodio (Na+) y cloruro (Cl–) se encuentran en concentraciones altas en el medio extracelular, mientras que los iones potasio (K+) y los aniones proteicos grandes predominan en el medio intracelular.

La actividad de los canales de iones, que permiten el transporte de iones como el sodio, calcio, potasio y cloruro dentro y fuera de las células a través de la membrana, produce cambios locales en el potencial transmembranal (TMP). Estos cambios desencadenan un flujo rápido de electrones hacia otras áreas de la membrana, generando así una corriente eléctrica. En células eléctricamente excitables, como las neuronas, el TMP se utiliza para transmitir señales de una parte a otra.

Canales de Iones y Transporte de Sodio

En su estado basal, tanto las células no excitables como las excitables mantienen un potencial de membrana en un valor relativamente estable conocido como potencial en reposo. El interior de la célula exhibe un voltaje negativo en relación con el exterior, y este estado es mantenido en parte por la actividad de la Na+/K+-ATPasa.

Las neuronas típicamente tienen potenciales de reposo que oscilan entre -70 y -80 mV (miliVoltios), y cada axón presenta su propio voltaje de reposo característico. La apertura y cierre de los canales iónicos inducen cambios en el potencial de reposo, lo que puede dar lugar a una despolarización si el voltaje intracelular aumenta (por ejemplo, de -70 mV a -65 mV), o a una hiperpolarización si el voltaje intracelular disminuye (digamos de -70 mV a -80 mV).

En células excitables, una despolarización desencadena un evento de corta duración conocido como potencial de acción, donde el potencial de membrana experimenta un rápido cambio, a menudo invirtiendo su carga. Este cambio repentino se debe a la apertura de canales iónicos dependientes del voltaje que permanecen cerrados en el potencial de reposo.

Cuando se produce una señal de dolor, temporalmente despolariza la célula nociceptiva y eleva el potencial de membrana a +30mV desde su valor normal de -70mV. Este umbral de +30mV es necesario para desencadenar la liberación de un neurotransmisor químico desde una vesícula sináptica ubicada dentro de la membrana en esos terminales. Los canales de sodio (Na+) se cierran cuando el interior del axón alcanza un valor positivo suficiente, alrededor de +30 mV, limitando así la entrada de iones Na+. Como resultado, los iones potasio (K+) pueden salir libremente del axón a través de los canales, revirtiendo así los niveles de voltaje. Por lo tanto, el potencial de acción no es simplemente un movimiento de voltaje o iones, sino más bien un flujo de iones a través de los canales iónicos que se abren y cierran a lo largo del axón.

Este intercambio de iones Na+ y K+ desencadena la exocitosis de neurotransmisores desde las vesículas sinápticas contenidas dentro de la membrana. Los neurotransmisores se difunden a través de la hendidura sináptica y transfieren la señal de dolor químicamente a los receptores en la célula postsináptica. La célula luego regresa a su nivel anterior de -70mV.

La investigación de Warnke (1983) y otros sugiere que la terapia PEMF puede disminuir el potencial de membrana a un nivel hiperpolarizado de -90mV, impidiendo así que la señal de dolor desencadene la exocitosis de neurotransmisores, ya que el potencial de membrana solo puede elevarse a +10mV. Este potencial está muy por debajo del umbral necesario de +30mV para la liberación de neurotransmisores relevantes en la hendidura sináptica, lo que efectivamente bloquea la señal de dolor.

 

PEMF y tendinitis

El departamento de reumatología del Hospital Addenbrookes mostró un éxito total del 65% y una tasa de mejora del 18% con el uso de PMFT para el tratamiento de la tendinitis persistente del manguito rotador.

PEMF y los intestinos

Un estudio experimental llevado a cabo por Nayci A. et al. Cakmak M, Aksoyek S, Renda N, Yucesan S. del Departamento de Cirugía Pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Mersin, en Turquía, demostró que la estimulación del campo electromagnético resultó en una mejora significativa en la cicatrización de las anastomosis tanto en el intestino delgado como en el grueso, junto con un aumento significativo en los parámetros bioquímicos y mecánicos.

PEMF y el cerebro

Grant G. y colaboradores del Departamento de Neurocirugía de la Universidad de Stanford, CA, EE. UU., observaron que la exposición a PEMF mitigaba el edema isquémico cortical en imágenes de resonancia magnética y reducía el daño neuronal isquémico. Según sus declaraciones: "La estimulación con PEMF puede acelerar la curación del daño tisular después de un episodio isquémico. Los datos preliminares sugieren que la exposición a PEMF de corta duración puede tener implicaciones para el tratamiento del accidente cerebrovascular agudo".

PEMF y la esclerosis múltiple ("EM")

Estudios científicos han evidenciado los efectos de la PEMF en la regeneración nerviosa, la actividad eléctrica cerebral (electroencefalografía), la neuroquímica y los componentes del sistema inmunológico, todos fundamentales para la patología de la enfermedad y los síntomas clínicos en la esclerosis múltiple (EM). La evidencia de múltiples investigaciones ha demostrado un incremento significativo en la magnitud del EEG alfa, así como mejoras notables en la puntuación combinada de la escala PS para el control de la vejiga, la función cognitiva, el nivel de fatiga, la movilidad, la espasticidad y la visión. Sandyk R. resumió recientemente el trabajo clínico sobre los efectos terapéuticos de la PEMF en la EM, destacando que una serie de fenómenos biológicos asociados con la enfermedad, que implican interacciones entre factores genéticos, ambientales, inmunológicos y hormonales, no pueden explicarse únicamente por la desmielinización, lo que requiere una reconsideración de explicaciones alternativas, una de las cuales involucra a la glándula pineal como un factor crucial. Se ha observado que la glándula pineal funciona como un órgano magnetorreceptor, lo que ha impulsado el desarrollo de una modalidad terapéutica innovadora y altamente efectiva, que implica la aplicación transcraneal de densidad de flujo de PEMF.

Los numerosos estudios citados y otros posteriores demuestran que el tratamiento con PEMF estimula diversos aspectos de la actividad celular. Al hacerlo, la terapia PEMF fomenta la regeneración neural y la función cerebral, y mejora la función neuromuscular y la salud general.

A pesar de los mecanismos complejos a través de los cuales opera, los beneficios para la salud asociados con la terapia PEMF continúan siendo evidentes. La terapia PEMF incrementa la circulación sanguínea en y alrededor del tejido dañado, y contribuye eficazmente a la reparación de las células dañadas. En general, la terapia PEMF produce un efecto primario al estimular el metabolismo celular mediante el aumento del flujo de electrones e iones a través de la membrana celular. Este efecto desencadena una serie de procesos en el cuerpo humano que conllevan a mejoras en la salud sin efectos secundarios:

- Reducción de la inflamación, la hinchazón y el dolor.

- Aceleración del proceso de desintoxicación celular y orgánica.

- Incremento del flujo sanguíneo a través de la angiogénesis, facilitando la formación de nuevos capilares.

- Mejora de la circulación macro al desaglomerar mecánicamente las células sanguíneas y alternar la dilatación y constricción de los vasos.

- Mejora de la circulación mediante la contracción y relajación mecánica de los vasos sanguíneos.

- Mejora del flujo del fluido intersticial.

- Aumento del suministro de oxígeno, iones y nutrientes a las células.

- Incremento de la presión parcial de oxígeno.

- Mejora de la eliminación de dióxido de carbono y desechos celulares.

- Activación de procesos celulares y moleculares que fortalecen los mecanismos autorreguladores internos del cuerpo.

- Estimulación de los mecanismos de reparación celular.

- Fomento de la comunicación intercelular.

- Aumento de la génesis celular para promover el crecimiento de huesos, cartílagos, tendones y tejidos blandos.

- Incremento de la producción de colágeno, mejorando la elasticidad celular y tisular asociada.

- Estimulación de la bomba Na/K mediante la apertura aumentada de los canales de iones en la membrana celular.

- Mejora del transporte y absorción de calcio para fortalecer huesos, articulaciones y músculos.

- Aumento de la producción de ATP mediante la excitación y el incremento del transporte de electrones en las mitocondrias.

- Estimulación de la síntesis de ARN, ADN y proteínas a través de la transferencia de electrones y energía.

Debido a sus muchos efectos biológicos positivos, la terapia PEMF ayuda a los procesos naturales del cuerpo y promueve la curación.

 

 

 


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